Hoy nos hemos juntado en la glorieta del Pato: Javi, Chato, Antoñito, Lore, Jesús, Eulalio, Santos y Bornez (que ha llegado un poco tarde porque ha estado preparando las flores).
Hemos decidido hacer una ruta corta y tranquila para desquitarnos de la del pasado domingo y estar pronto en casa ya que hoy es un día para estar en familia y recordar a los que ya no están.
Como siempre hemos empezado subiendo por la carretera de Urda a un ritmo pausado hasta que sin darnos cuenta y hablando de política Santos, Javi y Bornez han empezado a tirar. Ha sido un espejismo, en cuanto se han dado cuenta de que se quedaban solos, han aminorado la marcha para subir todos juntos.
En el kilómetro 6 se ha tirado un poco y han coronado Bornez, Chato, Santos y Antoñito. Hemos esperado a que llegaran todos, se han hecho aguas menores y hemos empezado a bajar. Como hoy la consigna era clara también hemos bajado despacio (relativamente).
Al llegar a los toboganes, antes de coger el camino de la Clásica, hemos visto a la derecha en un barbecho varios buitres. Si volando tienen un tamaño considerable, cuando los hemos visto en el suelo tan cerca, daban miedo, son enormes.
Por si acaso, los hemos ignorado y hemos cogido el camino contrario, bajando y disfrutando de los toboganes para coger el camino de la clásica.
Por fin se empieza a notar el otoño, por los charcos que se forman en el camino, y por el buen tiempo que hace para pasear con las bicis. No hace frío ni calor y el agua le da unas vistas distintas a la Sierra. Lore nos ha avisado de que se ha llenado la Alberca que hay subiendo el Puerto de los Santos que procede de una fuente natural que emana de la tierra y que no sabemos como se llama.
Siguiendo el ritmo de la ruta, hemos subido la encrucijada, llegando primero Bornez, Antoñito, Chato y Santos. En seguida ha llegado el resto del pelotón y hemos decidido juntarnos en Fuente Umbrión para comer algo.
Al final y tras varias propuestas, hemos decidido hacer simplemente la Clásica para llegar pronto a casa.
Así que hemos emprendido la marcha, por cierto hemos visto un montón de compañeros de otros pueblos haciendo la misma ruta, ya que como os he dicho hoy era un día propicio para la práctica de nuestro deporte. Eso sí mucho menos ciclistas que en Despeñaperrros que como bien dijo Pepe por allí van mucho. Hemos subido Campanarejo, y hemos cogido el camino de la Ruta del Vizcaino para casa. Eulalio y Jesús hoy iban perretes y los hemos tenido que esperar un poquito llaneando, pero se lo perdonamos porque son mayores (ja, ja).
Con un ritmo tranquilo hemos llegado al Pueblo y algunos con menos prisas han parado en el bar a echarse unas cervecitas sin alcohol.
Creo que como opinión general, hoy hemos aprendido que haciendo rutas, más cortas, y a un ritmo más tranquilo disfrutamos más de la bici. Así que intentemos tenerlo en cuenta para próximas salidas.
El próximo domingo más. Hacia Mingooliva ha dicho Lore.
Un saludo a todos.
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