Crónica Ruta Despeñaperros

Por fin hemos hecho la ruta que teníamos pensada ya 2 años. Esperemos que no tardemos tanto en planificar la próxima.

El día empezó temprano, a las 7 ya estábamos casi todos en la nave de Lore preparados para hacer una rutita de 32 km y echar la mañana. Finalmente fuimos 10 ciclistas y otros 10 amigos senderistas que nos acompañaron.

El viaje fue tranquilo y a las 8:45 ya estábamos llegando a la Aliseda el punto de partida de la ruta. Al dejar la Autovía y entrar en la Aliseda ya se vislumbraba que el paisaje no nos iba a decepcionar.

Preparamos el GPS tradicional, es decir, unos planos que preparó el chispas porque el nuevo lo dejaremos para la próxima ruta por su complejidad de uso, y empezamos la ruta.

Al principio como siempre un ritmo suave, disfrutando de las distintas especies de plantas del lugar (eucaliptos, adelfas, alcornoques...) y en seguida empezó a empinarse el terreno.

Como siempre algunos valientes saltaron del grupo porque hacía un poco de frío y querían calentarse y al llegar arriba nos dimos cuenta que nos habíamos equivocado de camino. Bajamos hasta reecontrarnos y volvimos a subir por el camino bueno (el empedrado romano) tan bonito como desagradable para los que sufrían almorranas.

Pepe que es autóctono consorte nos iba explicando un poco la historia de aquella zona. Nos indicó que era una zona por donde pasaban muchísimos ciclistas y la verdad es que será así, pero nosotros no vimos ni uno. (Esta fue la primera de Pepe)

Tras hacernos la primera foto en grupo volvimos a subir al punto más alto: 1230 metros de altitud. Allí disfrutamos de unas vistas extraordinarias, estábamos en el límite entre Andalucía y Castilla La Mancha.

Como ya habíamos hecho el trabajo duro y pese a la insistencia del GPS y de Lore de ir despacio para encontrar el camino de regreso, nos lanzamos en picado (claro porque era bajada) que si es subida seguro que damos con el camino.

Ahí empezó nuestra odisea particular, seguimos bajando y ya empezamos a dar bandazos por entre las Sierras del Parque Natural. Preciosas por cierto y con el aliciente de que no había vallas  y podíamos pasar por cualquier camino. Yo creo que recorrimos todos los caminos existentes en la zona. Menos mal que Pepe siempre decía: "por aquí vamos bien". La primera vez le creímos, a la octava vez ya empezamos a dudar.

Desesperados porque nos sabíamos por donde ir, a Raúl se le ocurrió sacar el movil y ver en su GPS la posición en la que nos encontramos y gracias a eso y sobre todo al guarda que encontramos en una finca pudimos dar con el camino de vuelta.

Al final 43 km. bastante duros y una hora de retraso con el horario previsto. Creo que durante nuestra pérdida se escapó alguna maldición que otra, pero pronto la compensamos cuando llegamos a casa y posteriormente comimos todos juntos con nuestras familias.

Dar las gracias a Pepe porque realmente ha merecido la pena ir a visitar aquella zona y por su sentido de orientación que nos hizo mucho bien durante el tiempo que estuvimos perdidos.

Y acordarnos de la gente que no pudieron venir, Agustín, Javi, Carretero, ....

Un saludo a todos.